Palabras de Raúl Castro sobre Julio Casas Regueiro al proponerlo como Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionaria ante la Asamblea Nacional, el 24 de febrero de 2008
(Tomado del periódico Granma)
Con el Comandante en Jefe Fidel Castro, en el 2001, cuando fue condecorado con el título de Héroe de la República de Cuba; con el General de Ejército Raúl Castro, en una de las actividades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. |
[…] debo abandonar inmediatamente el cargo de Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que he desempeñado desde el mes de octubre de 1959. Desde luego, me considero con el derecho de ponerme de vez en cuando mi uniforme, como lo tiene mi amigo Juancito (Juan Almeida), Guillermo (García), Ramiro (Valdés) y demás compañeros de las Fuerzas Armadas; y también tengo, por razones del cargo por el cual ustedes me acaban de elegir, la máxima responsabilidad en las cuestiones de la defensa del país. Y para ese cargo, los mismos compañeros anteriormente mencionados, que fueron partícipes de la primera proposición que acabo de hacerles, proponemos al General de Cuerpo de Ejército Viceministro Primero del MINFAR, Julio Casas Regueiro (Aplausos).
Se ve que ustedes lo conocen, vieron su biografía:
Fue fundador del Segundo Frente Oriental "Frank País".
En 1959, fundador, junto con otros compañeros de la Columna 6 de ese frente, de la Policía Nacional Revolucionaria. Con dicha institución participó en los combates de Playa Girón.
Pasó a las FAR, donde ocupó diferentes y ascendentes responsabilidades: fue sustituto, entre otros, del Ministro para la actividad económica y logística, en la cual trabajó brillantemente; jefe en una etapa de la Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Revolucionaria, cuando teníamos un vacío y no había a quien poner, y trabajó igualmente bien en ese complicado tipo de fuerzas armadas; jefe de un ejército, del Ejército Oriental; viceministro primero cuando existían tres viceministros primeros —hoy existe uno solo y es suficiente.
Cumplió misión combativa en la República de Etiopía en África.
Fue elegido miembro del Buró Político en el IV y V Congresos del Partido; diputado desde 1981, y miembro del Comité Central y del Consejo de Estado desde 1998.
General de Cuerpo de Ejército, como dijimos, desde el 2001, y en ese mismo año se le confirió el título honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Playa Girón.
Yo, que he criticado a casi todos los generales de las Fuerzas Armadas, y en las reuniones también me he criticado yo, no recuerdo haberle hecho durante estos últimos 50 años ninguna crítica de consideración al compañero Julio Casas (Aplausos), salvo la de —como decimos los cubanos— ser muy tacaño (Risas); pero de ahí se derivan sus éxitos en el frente económico, entre otras actividades, en el Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Es contador, fue bancario en Santiago de Cuba antes de alzarse, tiene alguna experiencia, y una de sus grandes virtudes ha sido la fama que tiene entre todos los generales de un sentido práctico del ahorro, a tal extremo que por ahí existe una orden mía, firmada y legalizada, donde es al único que yo le daba facultades para vetar por una vez mis decisiones económicas, sobre todo en los primeros tiempos de él ocupar esta última responsabilidad.
Eso mucha gente no lo creía, y es que, como suele suceder en los recorridos por ahí, después del período especial sobre todo, los jefes de ejércitos y otros jefes de grandes unidades, como suelen hacer los subordinados, ver el momento de alegría o de satisfacción, el estado de ánimo del jefe, aprovechaban un instante, se acercaban a uno y me decían: "Jefe, Ministro, por el período especial se me quedó tal obra parada, o tengo tal y cual problema, etcétera", y yo ordenaba a un ayudante: "Anota eso ahí para resolverlo." Después resultaba que cuando daba la orden, le llegaba a Julio Casas, él muchas veces me venía a ver y decía: "Ministro, problemas como este tenemos 17 en el resto del país y algunos más importantes, ¿a quién le quitamos el dinero para dárselo a esta solicitud suya?" Y es así cómo le di el derecho. Llegué a la conclusión, está escrito y circulado a los jefes correspondientes, de que tenía derecho a vetar cualquier decisión mía que estuviera fuera del plan. Y por eso muchos jefes, algunos de los cuales veo sus rostros sonrientes aquí, comentaban, entre ellos, que había que hacer una campaña para echar abajo el veto (Risas), cosa que no lograron, se acostumbraron, yo me quité bastantes presiones de encima y después se las pasé a él, que dice: "Sí o no", dentro de los marcos establecidos de sus facultades.
Creo que no hace falta decir más nada de él, solo que está bien experimentado. Baste decir que desde la Proclama del Comandante en Jefe el 31 de julio de 2006, hace 18 meses, aproximadamente, desde entonces él tiene el peso principal del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Eso es todo.
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