 29 de agosto de 2011, 07:36Roma, 29 ago (PL) El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y su principal aliado y jefe de la Liga Norte, Umberto Bossi, debaten hoy variaciones al plan de austeridad, que generó tensiones en la mayoría.
En la reunión, con sede en la residencia privada de Berlusconi en Arcore, también participa el secretario del partido gubernamental Pueblo de la Libertad, Angelino Alfano, y el ministro de Economía, Giulio Tremonti.
El gobierno aprobó con urgencia el pasado 12 de agosto un nuevo plan de austeridad, en un intento por calmar incertidumbres de los mercados frente a la elevada deuda pública del país.
La privatización de entidades estatales forma parte de un conjunto de nuevas medidas contenidas en el citado proyecto, por un valor de 45 mil millones de euros, con el propósito de lograr un equilibrio económico en 2013.
Entre otras reformas, el gabinete también propuso congelar salarios de los empleados públicos, recortar los fondos de las entidades estatales e imponer el pago de una tasa sobre los depósitos bancarios de hasta mil 100 euros para las cuentas superiores a 500 mil euros.
En caso de ser aprobado en el Parlamento el nuevo plan de ajuste, se añadiría a uno ya aceptado en julio último por un valor ascendente a 80 mil millones de euros.
La abultada deuda de la tercera economía de la Eurozona, que ronda 120 por ciento del Producto Interno Bruto, genera especulación en los mercados, temerosos de un rescate externo, tal como les sucedió a Grecia, Irlanda y Portugal.
Tras la aprobación del segundo plan de austeridad, la Confederación General del Trabajo (CGIL), hizo un llamamiento a los afiliados para tomar las principales calles de esta capital y de otras ciudades del país el próximo 6 se septiembre.
La huelga fue gestada durante dos encuentros recientes del Ejecutivo con líderes sindicales y movimientos sociales, como parte de las consultas para aplicar reformas económicas.
Según la CGIL, el epicentro de la protesta tendrá lugar frente a la sede de la Cámara de Diputados que a mediados de septiembre deberá sancionar el último plan de recorte al presupuesto, aprobado en tiempo récord por el Gobierno.
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