Publicado por Orestes Eugellés Mena
(Tomado del periòdico Granma)
Cuba subrayó este jueves en Naciones Unidas la necesidad de un orden económico internacional diferente, más justo y equitativo como elemento clave del concepto de Economía verde.
Ese y otros principios fueron expuestos este jueves por el representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera, durante un debate sobre ese tema convocado por el presidente de la Asamblea General, el suizo Joseph Deiss, reporta Prensa Latina.
La discusión está relacionada con la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) programada para dentro de un año en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
El diplomático cubano instó a trabajar en la definición del concepto de Economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza a fin de evitar que se convierta en algo hueco y vacío de contenido.
Al respecto, dijo que resulta indispensable reafirmar el principio del respeto a las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y modificar los actuales patrones de distribución del ingreso que prevalecen en el mundo y que constituyen la base de la pobreza.
Hay que garantizar a los países en desarrollo los medios financieros necesarios para el alcance del desarrollo sostenible, incluyendo la adopción de las tecnologías que necesitan para este propósito, agregó.
También exigió la erradicación del intercambio desigual en los mercados internacionales, abogó por incrementar la colaboración y la ayuda oficial al desarrollo y demandó modificar los actuales patrones de producción y consumo.
Otro aspecto defendido por Núñez Mosquera fue el de la flexibilización de las normas de propiedad intelectual para permitir la transferencia de tecnología en condiciones preferenciales.
Sin el respeto y la observancia de esos principios no tendría sentido hablar de economía verde, pues se mantendrían el subdesarrollo y los efectos negativos del cambio climático sentenció.
Más adelante, advirtió sobre la necesidad de evitar que el concepto de economía verde conlleve riesgos y obstáculos para los países del Sur.
Entre ellos apuntó la imposición de parámetros en materia de medio ambiente que afecten la economía y el desarrollo de esas naciones y las conviertan en meros importadores al introducir discriminaciones y nuevas barreras en el comercio.
En esa línea señaló la amenaza de que, con esos pretextos, se quieran poner condiciones para la ayuda y los créditos a esos países.
Otro riesgo expuesto por el embajador cubano es el de generar una fuerte dependencia tecnológica de los países en desarrollo hacia los industrializados, debido a que las tecnologías de avanzada están en poder del sector privado de esos últimos.
Hay que evitar ver al medio ambiente como un componente de la infraestructura sobre la que descansa la economía, alertó ante el peligro de que esa visión propicie esquemas de privatización de la naturaleza, negativos para el desarrollo económico y social.
0 comentarios