Los expresidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff se sumaron al Grupo Puebla, movimiento político internacional fundado el pasado 14 de julio en Puebla, México, y que reúne a líderes progresistas de América Latina y Europa.
Según la declaración fundacional del Grupo Progresista Latinoamericano (Grupo Puebla) el propósito es “analizar los desafíos comunes y de trazar iniciativas conjuntas, en pos del desarrollo integral de nuestros pueblos (…), respetando las preferencias partidarias de cada participante”.
“Nuestra región experimenta una nueva ola de Gobiernos neoliberales, que insisten en promover los intereses y privilegios de una elite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos —afirman—, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social, a la vez que debilitan nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el estado de derecho, la vigencia de los derechos humanos y el ambiente”.
Como parte de la plataforma de acciones, el Grupo ha convocado a “construir un nuevo proyecto común que, aprendiendo de nuestros errores y recuperando nuestra vocación de mayorías y de gobierno, nos permita devolverles a nuestros pueblos la esperanza de una sociedad más justa, más solidaria, más igualitaria”.
Además proponen “diseñar una nueva mirada, que se ajuste a los nuevos tiempos y convoque a todos los sectores de la sociedad a cuestionar el orden imperante, denunciando los intereses de la derecha, laboralizando la política a través de nuevos vínculos entre el mundo del trabajo y nuestros debates, y promoviendo las nuevas expresiones de organización social y ciudadana, que buscan la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres, la protección del medio ambiente, la inclusión y respeto de las diversidades, una mayor transparencia y la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones”.
Tomando en cuenta las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación, el Grupo Puebla plantea la “creación de un espacio digital que, sumado a los encuentros presenciales, nos permita conectarnos, actualizar la información y promover el diálogo entre diversos actores sociales de manera continuada”.
Respecto a las “burdas formas de intervención judicial, mediante la deliberada manipulación de procedimientos legales, que buscan silenciar, intimidar o directamente restringir la libertad de las y los representantes populares”, promueven acercar asesores y expertos sobre temas específicos “como la ya creada Comisión por la Justicia y la Democracia, conformada por juristas latinoamericanos para enfrentar las embestidas de la guerra judicial”.
El pasado 4 de septiembre el Grupo publicó una declaración de condena al presidente de Brasil Jair Bolsonaro, debido a su política y sus pronunciamientos contra la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, víctima, junto con su padre, el general Alberto Bachelet, de la dictadura de Augusto Pinochet.
“Bolsonaro, un evidente defensor de las dictaduras, la tortura y el exterminio de opositores democráticos, calificados por él como bandidos, tiene un profundo desprecio por los derechos humanos, la democracia, el medioambiente y toda la agenda de desarrollo sostenible defendida por la ONU y la comunidad internacional”, sostiene el Grupo Puebla.
“Su increíble defensa de la brutal dictadura de Pinochet, repudiada por unanimidad por el mundo civilizado, lo convierte en un marginado político solitario y despreciable. (…) Bolsonaro, un hombre pequeño, no representa a Brasil, un país magnánimo y solidario que desea contribuir positivamente a resolver los problemas que afectan al planeta y a la humanidad”, aseguran.
Entre los participantes del Grupo Puebla se encuentran los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España); Rafael Correa (Ecuador); Leonel Fernández (República Dominicana); Ernesto Samper (Colombia); y Fernando Lugo (Paraguay), lista a la que ahora se suman Lula y Dilma.
También se han incorporado los excandidatos presidenciales Fernando Haddad (Brasil); Cuauhtémoc Cárdenas (México); Clara López Obregón (Colombia); y Marco Enríquez-Ominami, (Chile); y los candidatos a los comicios que tendrán lugar este año en Argentina y Uruguay: Alberto Fernández y Daniel Martínez, respectivamente.
Otras firmas que aparecen en la nómina del Grupo son Julián Andrés Domínguez (Argentina); Guillaume Long (excanciller, Ecuador); Esperanza Martínez (exministra de Salud y actual senadora, Paraguay); Celso Amorim, (excanciller, Brasil); Aloizio Mercadante Oliva (extitular de Educación y exjefe de la Oficina Presidencial de Brasil) y Gabriela Rivadeneira (expresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador).
Entre los que actualmente ocupan cargos políticos y se han comprometido con el Grupo destacan, de México, Miguel Barbosa Huerta (gobernador de Puebla, México) y Yeidckol Polevnsky (presidenta y secretaria general del partido Morena, México); así como, de Chile, la diputada Karol Cariola; el presidente del Partido Progresista, Camilo Lagos; y el exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y actual senador, José Miguel Insulza.
Con informaciòn del periódico TRABAJADORES
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