Para erradicar el hambre en America Latina
 
								
				
				Publicado por OrestesEugellés Mena
) La agricultura  familiar es un sector clave para lograr la erradicación del hambre y el  cambio hacia sistemas agrícolas sostenibles en América Latina y el  Caribe, y el mundo, apunta la Organización de las Naciones Unidas para  la Alimentación y la Agricultura (FAO).                          
 Los pequeños agricultores son aliados de la seguridad alimentaria y  actores protagónicos en el esfuerzo de los países por lograr un futuro  sin hambre.
 En América Latina y el Caribe, aproximadamente el 80  por ciento de las explotaciones pertenecen a la agricultura familiar,  incluyendo a más de 60 millones de personas, por lo que constituye una  de las principales fuentes de empleo agrícola y rural, precisa la FAO.
 No sólo producen la mayor parte de los alimentos para el consumo  interno de los países de la región, sino que habitualmente desarrollan  actividades agrícolas diversificadas, que les otorgan un papel  fundamental a la hora de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente  y la conservación de la biodiversidad.
 La agricultura familiar  es también una actividad clave en la reactivación de las economías  rurales, generando estabilidad y arraigo social y nuevos horizontes de  desarrollo, sobre todo para la juventud rural, según se plantea en el  libro ’Agricultura Familiar en América Latina y el Caribe:  Recomendaciones de Política’, publicado por la FAO.
 Otro aspecto  fundamental para la seguridad alimentaria regional es la importancia de  que los agricultores familiares tengan acceso a mercados y cadenas de  valor, ya que cuanto mejores oportunidades tengan de comercializar sus  productos, mayor será la disponibilidad de mejores alimentos a precios  justos, beneficiando a la sociedad en su conjunto.
 En este  sentido, la FAO considera que la diversidad del sector es considerable:  hay productores que se organizan e involucran en las dinámicas locales y  nacionales, logrando avances sustanciales, mientras que otros han  conseguido asegurar la venta de su producción a la administración  pública para abastecer comedores escolares y centros hospitalarios.
 Otros han logrado trascender las barreras nacionales y exportar sus productos.
 Los avances mencionados requieren un entorno de políticas y leyes  favorables al desarrollo del sector, y el fortalecimiento de la  institucionalidad que da apoyo a la agricultura familiar, añade la  Organización.
 Para ello, no sólo se deben considera a los  ministerios, congresos y presidencias, sino que implica la consolidación  de asociaciones a nivel local y la consecución de alianzas entre entes  públicos y privados.
 Los agricultores familiares, para alcanzar  mejores condiciones, necesitan del trabajo conjunto entre los gobiernos,  organismos internacionales, agencias regionales, organizaciones de la  sociedad civil, el sector privado y centros de investigación.
 DECENIO DE LA AGRICULTURA FAMILIAR 
En  este año que recién abre, comienza el Decenio de la Agricultura  Familiar (2019-2028) proclamado por la ONU a fin de afianzar acciones  mundiales contra el hambre, la pobreza y las desigualdades, fijadas como  metas en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
 La  iniciativa fue encomendada en el acuerdo de la Asamblea General a la FAO  y al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, con el apoyo de otros  organismos asociados al tema.
 Tiene como propósito focalizar  acciones de apoyo a las familias de agricultores, núcleos poblacionales  que constituyen la inmensa mayoría de los habitantes de las zonas  rurales del mundo, las cuales producen más del 80 por ciento de los  alimentos que consumen los habitantes del planeta y ’paradójicamente, a  menudo, son las más vulnerables al hambre’. Con informaciòn de PRELA
 
       
		
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