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Los habanos siguieron en el trono durante 2018

Publicado por Orestes Eugellés Mena



La Habana  La industria tabacalera cubana mantiene un ritmo cada año más eficiente de cara a los mercados internacionales de los puros Premium, o hechos a mano.


Tal afirmación la corroboró con creces el desempeño de 2018 cuando el eje de la atención bien puede estar en las especialidades, las presentaciones de cigarros numerados o las propuestas para expertos y coleccionistas.

Una amplia variedad muestra este sector cubano, sobre todo en momentos de novedades en cuanto a las nuevas políticas económicas, la inversión extranjera y el auge del turismo.

Sin embargo, la piedra filosofal de los habanos permanece incólume con dos grandes fiestas del humo en el año. De gran revuelo está el Festival Internacional del Habano, que ocurre en cada febrero con la presencia de por lo menos mil participantes de 70 países.

La otra reunión de importancia la organiza La Casa del Habano de Partagás, que tiene incluso repitentes del Festival y que acapara una semana de noviembre de cada año.

El tabaco cubano, sobre todo el Premium, se puede asumir desde dos planos, a tener en cuenta opiniones de expertos.

Por una parte se encuentra el netamente comercial de una verdadera joya vegetal. Se considera que los tabacos cubanos cuentan a su favor con clima, suelo y experiencia de los productores, elementos de base a la hora de expresar que son los mejores del mundo.

Mientras, los tabacos cuentan con una manera de producción compuesta por factores totalmente naturales, esencialmente la hoja con procedimiento y curación complejos, que muchos comparan con el itinerario de la uva antes de convertirse en vino.

La otra cara del tema apunta a la cultura y la historia cubanas, pues los nacidos en esta isla, sean fumadores o no, tienen mucha relación con el tabaco, su forma de cultivo, la tradición, el surgimiento de las principales marcas y el desarrollo, además de los empleos.

Los años 90 del pasado siglo dieron un espaldarazo muy particular a los habanos, con la creación de revistas de lujo en Europa y Estados Unidos, como Cigar Aficionado, Le Amateur de Cigare, Epicur, European Cigar Cult Journal o Smoke.

Estas publicaciones otorgaron un empujón definitivo a la moda de fumar puros, hasta el punto de que muchas mujeres, sobre todo modelos de clase alta, aparecieron en revistas y noticiarios llevando un cigarro en los labios.

Tal impacto retomó el tema de la calidad de los habanos, y todos, los fumadores de experiencia y los iniciados, comprendieron que el tabaco cubano seguía siendo el mejor, como ocurre en este 2018.

En 1994 comenzó en La Habana una iniciativa de gran impacto, fiestas de tabaco que tomaron vuelo hasta convertirse en estos momentos en el Festival Internacional del Habano con subasta de puros y humidores coleccionables y el Premio Habano del Año.

Ese es el entorno de los habanos y el argumento perfecto para justificar la eficiencia de su calidad y el auge en los mercados, que durante el año en curso no fue menos que en épocas anteriores.

LA CALIDAD SE IMPONE

Destacando la alta calidad de los puros cubanos, por ejemplo, datos del gremio tabacalero nacional indican que los habanos se mantienen en los primeros peldaños de los cigarros tipo Premium.

Esas fuentes recuerdan que se venden en todo el mundo 14 mil 800 millones de puros, de los cuales 440 millones son hechos a mano.

Más del 90 por ciento del tabaco que se comercializa en el orbe es mecanizado y ello se debe a los precios por cada pieza. Uno artesanal puede costar alrededor de siete dólares y el mecanizado vale unos 60 centavos de dólar.

En el mundo se consumen cinco mil millones de millones de cigarrillos, 15 mil millones diariamente.

Cuba consume en el año 12 mil millones de cigarrillos, lo que lo hace un país muy fumador, pese a las insistentes campañas antitabaco y alertas médicas a la población.

De los 440 millones de tabacos tipo Premium anuales en el orbe, 250 millones se consumen en Estados Unidos, lo que convierte a esa nación en el principal fumador de este tipo de puros.

Cuba cuenta con el 77 por ciento de la cuota del mercado, sin considerar a los estadounidenses, debido al bloqueo impuesto por Washington contra La Habana.

Oportunamente, voceros de la corporación internacional Habanos S.A. dijeron que Cuba vende en más 100 países de todos los continentes alrededor de 34 marcas de tabaco Premium

Para esos fines, la Isla cuenta con 45 empresas (16 agrícolas, ocho agroindustriales, 10 de tabaco torcido, cuatro de cigarrillos y siete de servicios y comercialización).

La nación caribeña posee unas 50 fábricas de torcido para la exportación e igual cantidad para el consumo nacional; otras dos industrias elaboran tabaco a máquina, así como industrias de cigarrillos y de cajas de madera para envases.

En este sistema tabacalero laboran alrededor de 200 mil personas, incluidos muchos familiares de los productores que ayudan en la cosecha, movilizados de otros sectores productivos.

Este año, por ejemplo, aparecieron de manera especial habanos en Polonia, Bulgaria y Líbano, entre otras muchas presentaciones que fueron muy bien acogidas.

Por demás, la franquicia La Casa del Habano continua como un sitio de culto allí donde se encuentren más de 140 establecimientos de este tipo distribuidos por todo el mundo.

* Redacción de Economía de Prensa Latina.

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