Como fieles exponentes de la ética revolucionaria y el espíritu solidario fueron recibidos en el aeropuerto internacional José Martí, los 409 colaboradores cubanos de la salud que regresaron de Brasil en los vuelos 27 y 28, llegados en la madrugada de este domingo.
La anécdota de la primera consulta realizada por el doctor holguinero Rosbel Almaguer fue una de las escuchadas en el acto de bienvenida, donde el especialista en Medicina General Integral (MGI), trabajador del policlínico Pedro Díaz Coello, del municipio de Holguín, relató que su primer paciente al llegar al distrito indígena de la comunidad de San Gabriel, estado de Matobroso del Sur, resultó ser un bebé de dos meses de edad, con una enfermedad diarreica aguda y un parasitismo intestinal. Su madre quedó asombrada por el interrogatorio practicado y el examen clínico realizado con minuciosidad.
En ese primer día de trabajo ese fue el único paciente en acudir. Al día siguiente, el consultorio se llenó y al concluir la consulta, el personal de salud brasileño que lo observaba lo calificó de ángel por el interés mostrado hacia los enfermos y la forma de tratar a los más necesitados.
La población del lugar decía que los médicos cubanos tocaban el alma de las personas porque tienen una gran cualidad: el humanismo. «Nosotros, los médicos cubanos no trabajamos pensando en el dinero que nos puedan pagar, sino tratando de solucionar la dolencia del ser humano que tenemos delante», sentenció el doctor con tres años como especialista en MGI.
Algo también expresado por el doctor Oralys García González ante sus compañeros de viaje del segundo vuelo. En su discurso resaltó que la escuela de medicina cubana inculca valores y principios, donde no solo se aprende ciencias, sino conocimiento, humanismo e internacionalismo, que los enaltece para distinguirlos de los demás profesionales del mundo.
«Regresamos como destacamento de refuerzo, nos sumamos al esfuerzo infinito de nuestra pequeña gran Isla, que desea perfeccionar el socialismo y continuar defendiendo sus conquistas. Compañeros que integraron el programa Más Médicos, reciban una carga inmensa de amor y alegría, porque aprendimos a ser más médicos, más humanos, más solidarios y más cubanos», afirmó el colaborador.
En sus palabras de bienvenida, la doctora Regla Angulo Pardo, viceministra del Minsap, destacó que los médicos internacionalistas han escrito páginas de entrega, solidaridad y humanismo. «Mostraron al pueblo brasileño y al mundo su contribución a la salud universal, como fortaleza de la medicina revolucionaria cubana», significó la dirigente.
Allí se destacó que los médicos trabajaron en el Gigante Sudamericano en lugares muy distantes, carentes de
electricidad e internet, ocupando puestos médicos sin otro tipo de personal sanitario que los ayudara. Desde muy temprano y soportando temperaturas extremas, acudían a su labor y la jornada laboral concluía después de ser atendido el último paciente de la cola. Por esa abnegada actitud merecieron el respeto y el cariño de la población.
Angulo Pardo los valoró de «embajadores de la salud pública cubana y en especial de nuestra Revolución, que los formó con un alto sentido de la responsabilidad y de conocimientos necesarios para ser considerados como verdaderos profesionales».
Con la llegada de este grupo ya son alrededor de 5 800 los integrantes de la Brigada Médica Cubana que han regresado de Brasil, y a recibirlos acudieron Víctor Gaute, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Jorge Delgado Bustillo, director de la Unidad Central de Colaboración Médica; René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, y otros dirigentes y funcionarios del Gobierno.
Foto: Ismael Batista Foto: Ismael Batista
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