En indicadores favorables, como el incremento de la masa y la reducción de la mortalidad, repercuten de manera progresiva las experiencias de los productores pineros con la vacuna cubana contra la peste porcina clásica.
Así trascendió luego del primer año de empleo de ese fármaco en el Municipio Especial, seleccionado como territorio piloto para la introducción del medicamento nombrado Porvac, único en el mundo.
El doctor Mario Pablo Estrada García, director de Investigaciones Agropecuarias del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, destacó el impacto de la vacuna fabricada por científicos cubanos para el control de una enfermedad que es una amenaza para la industria porcina del mundo.
Acerca de la selección del Municipio Especial para introducir su uso como experimento, un año atrás, precisó que el ser un territorio insular, tener antecedentes de peste porcina y contar con cultura en esa producción, eran condiciones propicias para poner en práctica esta experiencia.
En el contexto de un taller para socializar esta iniciativa, Estrada García comentó que su impacto social se evidencia en que se logró, con la aplicación de Porvac, borrar los casos de peste porcina que se mostraban en los últimos 15 años.
Reconocidos porcinocultores también destacaron los resultados de la vacuna, que ahora de manera progresiva se extiende por varios territorios de Cuba, entre ellos el ingeniero Roberto Aleaga, y William Herrera, quienes agradecieron el experimento, pues no tienen casos de esa enfermedad en la masa animal. Tomado de Granma
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