El niño que llegó a los 90 años
Por el Lic. Félix Argote Pérez
Referirse a una figura que desde su niñez empezó a iluminar con luz propia, intranquilo, travieso, inteligente, cariñoso.
No nació en cuna de oro pero sí en una cuna en que no solo dormía, descansaba su desarrollada estatura después del ajetreo diario. Cobijado en una casa de madera, rodeado de una arboleda de cedro donde sombra, oxígeno, sus energías para que este pequeño gigante se fuera empinando en esa área campestre.
Tuvo de cerca una servidumbre descendiente de africanos con los cuales compartía y lo ayudaron juntos a sus padres en su crianza, conoció, de estos su laboriosidad, hábitos, costumbres, fue amamantado por el pecho de una de una de sus mujeres, se dieron una serie de condiciones en su niñez que lo fueron formando.
Llegó la etapa de estudiante en las distintas enseñanzas sobresalió en sus resultados académicos, en el deporte, fueron surgiendo inquietudes, preocupaciones al presenciar, la corrupción, vicisitudes, las dictaduras de turno, el desempleo, abuso, atropello al pueblo cubano, etc.
Despuntó líder estudiantil, se graduó de derecho en la Universidad de La Habana lo cual le sirvió para enfrentar, denunciar la situación reinante en Cuba en ese entonces.
Vino el Moncada al cual tuvo al frente de un grupo de hijos nobles, revolucionarios para combatir con las armas y enfrentar al tirano Batista. Sufrió prisión.
Luego vino el desembarco del Yate Granma con un grupo de hombres dispuestos a luchar. Libraron su primer combare, cayeron algunos, otros sobrevivieron y entonces en la Sierra Maestra creó poco a poco un ejército de barbudos, melenudos que fueron ganado batalla a batalla. Desalojó al tirano y su comparsa del poder, con una Revolución genuina y verdadera.
Comenzó la batalla más larga y difícil para él y su pueblo, la de tener que enfrentar al gobierno de los Estados Unidos y toda su maquinaria llena de presiones, bloqueo, chantaje, sabotajes, guerra biológicas, invasión de Girón. etc.
Nunca un jefe de país tuvo que enfrentar a tantas patrañas a la potencia militar más poderosa de la tierra. Solo un hombre como el pudo llevar las riendas y el mando de un país pequeño frente al poderoso imperio en una batalla desigual durante más de 50 años, con una maquinaria superior, campañas propagandistas, persecución, aislamiento que se realizó contra nuestro país.
Su tenacidad, ejemplo, carisma, virtudes, el ángel, el don, firmeza sabiduría, su olfato, visión, futurista, su lealtad, su humanismo, su poder de convocatoria, su liderazgo, hicieron que su pueblo se alineara, apoyara, lo siguiera a saldar la deuda con la humanidad dentro y fuera de Cuba, su voz se escuchó e impactó en todas las tribunas.
Fidel castro tiene el privilegio y dio continuidad al pensamiento, ideas, intransigencia, al interpretar, timonear durante muchos años lo que otros iniciaron y no pudieron ver y disfrutar. En el se resumió y concentró todos aquellos hijos nobles, comprometidos de nuestro pueblo para con su pueblo.
Por eso cada cubano tiene que estar agradecido por la obra tan grande que ha realizado durante tantos años junto a su pueblo sin desmayar ni amilanarse y sentido derrotado jamás.
Su liderazgo escaló al Olimpo de los hombres grandes del siglo XX y el presente del XXI, es una figura fuera de serie desde la posición que ha tenido que asumir en cada momento. Su luz es tan larga que ha segado al enemigo en cada uno de sus intentos, ha despertado interés, admiración, respeto, es un hombre de vasta experiencia, sabiduría, actualizado de criterios profundos, convincente, es querido y tan grande como su metálica estatura, moral, apegado a sus principios, sobrepasó la historia, está en ella. Toda la vida tendremos que tenerlo presente, el mejor felicidades es seguir su ejemplo, seguir luchando, ser fieles como él, inclaudicable, seguir la obra tan rica de muchos que lo antecedieron y que el enarboló y llevó hacia delante.
Comandante en Jefe siga empinándose que los años seguirán siendo la base que hará de usted junto a su pueblo un líder que nos guiará para toda la vida.
Deguste su cake, saboréalo, introduzca sus dedos en el merengue como ha hecho otras veces, encontrará en el sabor de nuestra azúcar, sentirá el cariño de sus familiares junto a usted, de su pueblo que lo aceptó como un gran hijo y que estará eternamente agradecido por l que ha hecho durante tantos años.
¡Muchas felicidades por sus 90 años!
Muchas gracias por habernos guiado con firmeza durante todos estos años.
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