Los investigadores cubanos luchan contra el cáncer de pulmón con una vacuna
Publicado por Orestes Eugellés Mena
Por Samantha Bresnahan/ CNN
En lo que parece ser una calle residencial en las afueras de La Habana, el edificio de color marrón con guardia en la entrada parece fuera de lugar.
El edificio es el Centro de Inmunología Molecular (CIM), conocido localmente como un próspero centro de la biotecnología.
Las puertas corredizas de vidrio conducen a un vestíbulo de aspecto moderno con solo un escritorio de la recepcionista, algunos muebles, y una línea de tiempo que cuenta los logros del centro. Una cita de Fidel Castro está estampada en la pared. Esta instalación fue su idea, después de todo- y Cuba lo necesitaría.
Con gran parte de la tecnología médica y farmacéutica y tratamientos procedentes de Estados Unidos, el país caribeño no tendría acceso a ella debido a un embargo (bloqueo) estadounidense en vigor desde principios de la década de 1960. Cuba tendría que hacer sus propias tecnologías y gran parte de esto ha sucedido aquí, en el CIM.
En el edificio de al lado del vestíbulo, el investigador Camilo Rodríguez abre la puerta de un laboratorio. Los hombres y las mujeres están ocupados trabajando en el interior, pipeteando líquidos en las bandejas y poniendo los tubos en máquinas centrífugas. Desde que este lugar comenzó a funcionar en 1980, se ha entregado algo de ciencia seria. Rodríguez dice que Cuba ha producido más del 70 por ciento de los medicamentos necesarios en el país y produjo sus propias vacunas para 21 enfermedades diferentes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, Estados Unidos gasta de cinco veces más por persona en el cuidado de la salud en comparación con Cuba, pero Cuba tiene en realidad una esperanza de vida más alta, en promedio, que los Estados Unidos. La gente en Cuba vive una media de 80 años frente a 79 años en los Estados Unidos.
La isla, la más grande en el Caribe, tiene un sistema de salud estatal. Este es el único tipo permitido aquí. Gran parte de la atención se centra en la prevención. Después de todo, es mucho más barato prevenir una enfermedad que tratarla. El cuidado, incluyendo las vacunas, es gratis.
Pero hay una vacuna, concebida y creada aquí en el CIM, que ha llamado la atención de varios países de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos. Una vacuna para el cáncer de pulmón.
“El cáncer de pulmón es la tercera causa de muerte por cáncer aquí en Cuba”, dice Rodríguez, sentado en el laboratorio. “Tenemos 4 500 pacientes con cáncer de pulmón cada año. Y en ese mismo período de tiempo, la misma cantidad de pacientes mueren por esta causa”.
Entre los hombres, los tipos más comunes de cáncer son el de pulmón y de próstata. El cáncer de pulmón se ha vuelto particularmente predominante en gran parte gracias a un rubro del país- el tabaco. O más específicamente, los cigarros.
Orelve Alberto Sánchez Leal tiene 77 años y fue un fumador toda su vida, comenzando a los siete años. Dice que fumaba una caja de cigarros cada día. En 2007, se le diagnosticó cáncer de pulmón.
“Era como si una casa cayera sobre mí”, dice Leal. “Me golpeó muy duro.”
Después de probar la quimioterapia y la radiación, el médico tenía una sugerencia más – un ensayo clínico de una vacuna que podría ayudar a prolongar su vida.
Se llama CIMAVAX, y mientras el CIM la llama vacuna, es importante tener en cuenta que el medicamento no previene la enfermedad como una vacuna tradicional, al menos en su forma actual. En cambio, mantiene los tumores diagnosticados controlados mediante la inhibición de su crecimiento, actuando como un tratamiento. Esto se conoce como una vacuna terapéutica.
En lugar de dirigirse a las células cancerosas directamente, la vacuna actúa como una forma de inmunoterapia, aprovechando el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer.
Otros países están participando en ensayos clínicos para CIMAVAX, incluyendo Japón y algunos en Europa. Estados Unidos también está interesado. A medida que los dos países continúan normalizando las relaciones después de medio siglo de conflicto, los ensayos clínicos de la FDA podrían comenzar este año y se ejecutarán en colaboración con el Roswell Park Cancer Institute en Buffalo, Nueva York.
Una serie de ensayos clínicos han permitido que sea probada en 5 000 pacientes en todo el mundo, incluyendo 1 000 en Cuba. En un pequeño ensayo, los pacientes menores de 60 años vivían un promedio de 11 meses más que los que no recibieron la vacuna.
Pero Orelve Leal es un caso excepcional. Han pasado 9 años desde que fue diagnosticado.
“Esa enfermedad es un duro golpe para cualquiera”, dice. “Por lo general cuando se nos dice que tenemos cáncer pensamos que estamos muertos. Sin embargo, estoy aquí.”
Mientras habla, sus ojos brillan por las lágrimas contenidas. Es un tema emocional para él.
“Tengo que mantener la emoción”, dice. “He vivido 9 años con la enfermedad, y no planeo morir a causa de ella”.
(Artículo publicado originalmente en CNN en inglés: Cuban researchers battle lung cancer with a vaccine. Traducción Dariena Guerra)
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