Los obstáculos para acceder a tecnologías y equipos debido al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba, entorpecen la producción de alimentos agropecuarios.
Con tan solo un molino, un secadero y seis cosechadoras cuenta la empresa Máximo Gómez Báez, del municipio avileño de Chambas, limita los resultados en su industria arrocera, al no poder actualizar la maquinaria con nuevas tecnologías, según reseña la AIN.
A pesar de ello sus trabajadores se esfuerzan por hacer realidad el montaje de cuatro silos arroceros, dijo Niuler Remero Vázquez, director de la entidad.
Agregó que por no disponer de las áreas de secado correspondientes, la mayoría de los productores orean el grano en carreteras y placas de viviendas, y puntualizó que el país se ve obligado a gestionar equipos en terceros países con el consiguiente incremento de los costos.
Las trabas norteamericanas originan afectaciones en la calidad del cereal cuando es molinado y también reducen los rendimientos industriales, aseveró Romero Vázquez.
Los trabajadores de la Empresa Agroindustrial de Cítricos Ceballos, también como consecuencia del bloqueo, tienen que superar numerosos obstáculos para comprar semillas certificadas en el exterior con destino a sus casas de cultivos protegidos de hortalizas.
En ese contexto, a veces es una odisea obtener en Europa la simiente de algún vegetal imprescindible, como el tomate, pimiento, melón u otros, expresó Idel Barbosa, administrador de esa Unidad Empresarial de Base.
Por una situación similar atraviesan otros entidades estatales y del sector cooperativo-campesino, quienes atienden en la provincia más de 250 instalaciones cultivadoras de plantas hortenses.
Nosotros podríamos aportar más alimentos si el gobierno de los Estados Unidos eliminara las restricciones, aseveró José Alberto González, presidente de la cooperativa de producción agropecuaria Paquito González.
Los avicultores avileños, como los de otros territorios, llevan más de cinco decenios con las mismas prohibiciones de materias primas para pienso y la imposibilidad de acceder a las vacunas aviares de avanzada tecnología, precisaron especialistas de la ganadería.
Tomado de Granma
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