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Sindicalísimo

En deterioro el planeta tierra

Publicado por Orestes Eugellés Mena

El Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) asegura que el 95 % de la transformación climatológica se debe a la actividad humana. Foto: Reuters.
En un articulo publicado esta semana en el periódico Granma aparecen datos y cifras sobre los efectos dañinos del cambio climático causado por el hombre que deterioran cada día al planeta tierra.

En el artículo se señala que el cambio climático y la economía basada en el uso intensivo del carbono causan la muerte de alrededor de cinco millones de personas cada año y originan pérdidas económicas equivalentes al 1,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, según revela el segundo informe presentado a la ONU sobre Vul­ne­ra­bilidad Climática.

El documento especifica que de los cinco millones de muertes al año, unas 400 mil se deben al hambre y las enfermedades transmisibles agravadas por el cambio climático y 4,5 millones vinculadas a la contaminación at­mosférica.
El fenómeno ya está costando a la economía mundial 1,2 billones de dólares al año; y los más perjudicados, como ocurre siempre, son los países más pobres que tendrán pérdidas hasta de un 11 % del PIB como promedio para el año 2030, agrega el informe.

Un claro ejemplo negativo de lo que está provocando actualmente el cambio climático se observa en el océano Ártico donde el volumen de hielo se ha reducido un 36 % en la temporada de otoño y un 9 % en la de invierno.

Se conoce que un grupo de investigadores, identificados con datos del satélite CryoSat desde 2008, han comprobado la pérdida de unos 4 300 kilómetros cúbicos de hielo en el Ártico en otoño y alrededor de 1 500 kilómetros cúbicos en invierno.

Por su parte, el Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) ase­gura que “ya no hay ninguna duda de que el clima está cambiando”, y añadió que “el 95 % de este cambio se debe a la actividad hu­mana”.

En este contexto, el presidente del IPCC, Ra­jendra Pachauri, señaló en particular la ne­cesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, un factor “del que dependerá lo que suceda en muchas partes del mun­do en los próximos años”.

Está claro que el deshielo y la disminución de los casquetes polares constituyen la parte más visible del cambio climático, pero, sin du­das, el calentamiento global tendrá consecuencias muy graves también en otras regiones, especialmente en los trópicos, donde las variaciones de temperatura y humedad darán lugar a climas inéditos hasta ahora. El impacto sobre el clima producido por las emisiones de gases contaminantes salidos de las chimeneas de las grandes industrias y de los tubos de escape de los miles de millones de automóviles que circulan en el mundo, forman parte del componente destructor del hábitat actual y del futuro.

Un ejemplo de este impacto negativo se re­fleja en un despacho noticioso de la agencia inglesa Reuters, que señala que las emisiones combinadas de Associated British Foods, Co­ca-Cola, Danone, General Mills, Kellogg, Mars, Mondelez International, Nestlé, Pes­piCo y Uni­lever, totalizan 263,7 millones anua­les de toneladas de gases causantes del efecto invernadero.

Los diez grandes gigantes de la industria alimentaria emiten juntos una cantidad de gases de efecto invernadero mayor que la mayoría de  los países del mundo, según denunció la organización Oxfam ambiental.

Se estima que los productos como los ce­reales y algunos lácteos podrían subir su precio hasta un 44 % en los próximos 15 años como consecuencia del cambio climático.

En un estudio realizado por el Banco In­teramericano de Desarrollo en cuanto al tema se refleja la pérdida de un 80 % de los arrecifes de coral del Caribe, lo que puede tener un costo anual entre 7 mil y 12 mil millones de dólares.

A su vez, una de las secuelas más impresionantes del calentamiento del planeta es el aumento del nivel del mar, unos    17 cm durante el siglo XX, cifra muy superior a la de siglos precedentes.

No es ocioso volver a la conclusión que aparece en el informe del Panel In­ter­gu­ber­na­mental del Cambio Climático (IPCC) en cuanto a que “el cambio climático está sucediendo ahora mismo, no hay vuelta atrás”.

Puede ser esta sentencia la que permita abrir las entendederas a gobiernos y empresas de todo el planeta, fundamentalmente del mundo rico, en cuanto a la urgencia de adoptar medidas concretas a favor del medio am­biente, que es igual a decir en favor de la vida.

Resulta obvio que mi vecino se convencerá de que el único demonio no es nuestro actual sofocante calor, sino la realidad de un mundo en que, como advirtiera Fidel en la Con­ferencia de Naciones Unidas sobre Medio Am­biente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992, “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

También explicó el Comandante en Jefe que “es necesario señalar que las sociedades de consumo son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio am­biente”.

“Han envenenado los mares y ríos, han contaminado el aire, han debilitado y perforado la capa de ozono, han saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezamos a padecer”, aseveró.

Y finalmente advirtió: “Mañana será de­masiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”.

Tomado de Granma

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