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Sindicalísimo

Ganó la democracia en Venezuela

Publicado por Orestes Eugellés Mena

Autor: Feliz Agte Pérez

Una vez más el pueblo venezolano cubrió las calles y se presentó en cada colegio electoral para votar por su genuino representante defensor de los desposeídos, de los oprimidos y de los que fueron excluíos durante muchas años por la oligarquía poderosa y corrupta, y que con su verborrea de promesas no cumplidas engañaron durante muchos años a ese pueblo, saquearon y vendieron muchas de sus riquezas al imperio poderoso.

Si bien fue un record de votantes en las urnas, algo inusual en la historia de ese país, fue sin dudas una clase magistral de democracia ante los pueblos de América y del Mundo donde el gobierno de Hugo Chávez trazó y cumplió una vez más el ejercicio de una votación limpia y transparente.

Ganó y se impuso no las promesas a través de las palabras sino los hechos como en la salud, el trabajo, la educación, la vivienda, el deporte y programas sociales, ente otros.

Eso solo lo puede lograr un líder de la estatura de Chávez que en el se resumen la nobleza, el sentimiento, el respeto, la dedicación, el compromiso, el amor, la entrega, el desinterés personal de quien en cada idea pone su corazón, dedicándole todas sus energías y tiempo a encaminar a un pueblo que lo tuvieron sumido, vendado sus ojos durante mucho tiempo.
Chávez enseñó a su pueblo y mirar hacia los demás, a respetarse uno a los otros. Su sencillez y modesta han sido la mejor semilla plantada en su pueblo, la cual se ha desparramado por toda América y gran parte del mundo.

Si la oligarquía se volvió a afilar los dientes para pretender ganar las elecciones, incitando a votar por ella, sus boletas perdieron valor ante el voto popular, el llenado de las calles con alegría, júbilo y con el sagrado deber de elegir una vez más a un hombre que puede llevar a Venezuela al olimpo de los grandes pueblos, a través de hechos concretos, l que otros nunca cumplieron con adornos y falsas promesas.

Adelante Chávez, la América espera que te sigas empinando por el amor que le das a los olvidados y fuerzas que te acompañarán siempre para mantenerte erguido, sonriente y con esa humildad y humanismo que te caracterizan.

Tus baterías siempre estarán cargadas con la sabia de tu pueblo y los pueblos de América que dan energía necesaria par que lleves adelante ese proyecto de integración de los pueblos.

Felicidades Comandante, tu silla presidencial siempre será el contacto directo con el pueblo, dialogando haciendo con hechos concretos la deuda de tantos años de promesas.

Lic. Félix Argote Pérez


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