Epidemia de desesperanza castiga a España
Publicado por Orestes Eugellés Mena
España— Empresarios que se quitan la vida, desempleados volcados a la consulta psiquiátrica..., los problemas emocionales derivados de la crisis económica española aumentan y agravan la incidencia de las enfermedades mentales.
"Desde diciembre del 2011 hasta marzo o abril del 2012, ha crecido el número de suicidios presuntamente vinculados a problemas económicos", dijo a Tierramérica un miembro de la policía científica de la sureña ciudad de Málaga, quien pidió reserva de su identidad.
En los primeros meses de este año, dos conocidos empresarios aparecieron calcinados en el interior de sus respectivos automóviles en localidades costeras de Málaga y, según todos los indicios, se habrían matado ante la ruina de sus negocios, reveló el agente, que no ofreció más detalles.
El suicidio ya es la primera causa de muerte violenta en España, superando los accidentes de tránsito. Pero la cantidad de personas que murieron por su propia mano no creció significativamente desde el 2007, previo al comienzo de la crisis, y el 2010, último año del que se tienen datos oficiales.
En el 2007, los fallecidos por suicidio fueron 3 263, de los que 2 463 eran hombres y 800 mujeres, indica el informe de defunciones según la causa de muerte del Instituto Nacional de Estadística (INE). En los años subsiguientes hubo algunas oscilaciones: 3 457 en el 2008; 3 429 en el 2009 y 3 158 en el 2010.
Las cifras de suicidio no suelen hacerse públicas y los servicios de emergencia no dan cuenta de ello a los medios de comunicación, aunque sí lo hacen sobre muertes con otras causas.
"En el 95 % de los casos, no acuden periodistas al lugar del suicidio, pero sí están presentes en homicidios o accidentes", contó el policía malagueño.
Es que, con el fin de no alentar el efecto contagio, no suele considerarse noticia que alguien se quite la vida, dijo a Tierramérica la periodista Gema Martínez, quien trabaja en un diario local.
"Se tiene muchísimo cuidado en relación con la información referente a los suicidios y, de hecho, cuando se sabe que una muerte es derivada de una acción autolítica, no se informa. Es como si formara parte de un código ético no escrito".
Pero sí debe publicarse el alcance del fenómeno sanitario, que supone un aumento de los suicidios por motivos sociales o económicos, consideró la periodista.
La autoeliminación, en cada caso, se desencadena por una conjunción de factores, dijo a Tierramérica la psiquiatra Concha López. "La crisis y los problemas económicos son razones más que se añaden, pero no las únicas", advirtió.
Sin embargo, no hay duda de que la crisis es un factor cada vez más poderoso.
El desempleo afecta al 24,6 % de la población económicamente activa de este país y hay 1,5 millones de familias que tienen a todos sus miembros sin trabajo, según el INE. España tiene más de 47 millones de habitantes.
Además, la población soporta sucesivos recortes en servicios básicos de salud y educación, que el gobierno acomete para lograr que el déficit del presupuesto del Estado se reduzca al 6,3 % a finales de año, y cumplir así el compromiso adquirido con la Comisión Europea.
Por la consulta de la psiquiatra López pasan cada vez más hombres y mujeres con cuadros depresivos por haber perdido el empleo; o trabajadores que han visto deteriorada su situación laboral y soportan grandes dificultades para mantener su puesto a toda costa.
Estos pacientes sufren "tristeza, insomnio, ansiedad, ataques de pánico, sentimiento de culpa, y tienen ideas de suicidio", contó la especialista, quien confirmó que ha crecido "bastante" la cantidad de desempleados "que buscan una respuesta" en los consultorios de psiquiatría y psicología.
"En Málaga, cada día ingresan en urgencias hospitalarias dos o tres personas que han tratado de suicidarse", destacó López, quien lleva ocho años en la Unidad de Salud Mental Comunitaria de la localidad malagueña de Fuengirola.
Más del 50 % de los jóvenes españoles no tienen empleo y, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), uno de cada cuatro niños es pobre.
La brecha de los ingresos que separa a ricos y pobres aumentó en España más que en ningún otro de los 27 países de la Unión Europea, según el informe "Exclusión y desarrollo social-Análisis y perspectivas 2012", publicado por la organización católica Cáritas en febrero, que cifra la pobreza en 21,8 % de la población. (Fragmentos tomados de IPS y Granma)
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