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Sindicalísimo

Europa: una sola extrema derecha

Publicao por Orestes Eugellés Mena

La masacre ocurrida el pasado 22 de julio en la sede del Gobierno en Oslo y la isla de Utoya, Noruega, ha institucionalizado el debate sobre la extrema derecha europea. En una reunión extraordinaria el bloque comunitario pretende unificar la información que posee sobre estos movimientos y armar un mapa de la situación en el territorio.

El racismo y la xenofobia han encontrado refugio en muchos jóvenes europeos, que los practican de manera cotidiana.

La iniciativa, que corrió a cargo de la oficina europea de policía, Europol, pretende trazar un perfil detallado y actualizado del extremismo de derecha, sobre todo en los países del norte de Europa, pues para los expertos es en esa región donde fenómenos como el racismo, la xenofobia y la intolerancia encuentran más apoyo.

Si bien cifras y datos corroboran en parte esta idea de la agencia policial, peca de ingenuo quien de veras piense que la extrema derecha es una tendencia que solo prolifera en países como Noruega, Dinamarca o Finlandia, por solo mencionar algunos.

En el panorama actual europeo la extrema derecha se ha extendido como una plaga, o alguien pone en duda la "respetabilidad" que ha ganado en Francia, el Frente Nacional dirigido por Marine Le Pen, con influencias en las legislaciones del uso de la burka entre los inmigrantes o la modificación sobre el espacio europeo común en el Tratado de Shengen.

En España, el Partido Popular ganó las últimas elecciones autonómicas, y aunque muchos no lo asocien con la extrema derecha clásica, solo queda recordar los discursos de José María Aznar, una de sus más prominentes figuras, a favor del gobierno sionista y de derecha de Benjamín Netanyaju, sus discursos contra la inmigración, y las críticas a cualquier país que se relacione con los países del Medio Oriente.

¿Existe alguna diferencia entre la extrema derecha europea del norte y la del sur?

En los países del norte nos encontramos declaraciones tan "abiertas y sinceras" como la de la presidenta del Partido del Pueblo Danés (DF), Pia Kjaersgaard, quien al referirse a los sucesos en Noruega, aseguró que no moderará su discurso sobre la migración en su país, puesto que "hay que ser claros, la única persona responsable de la terrible masacre es el asesino. En lugar de esto, todo tipo de personas comienzan a sentirse culpables, y a explorar sus almas. Los políticos noruegos se equivocan completamente", dijo.

Pero en el resto de la culta Europa, la encontraremos entre los partidos o movimientos que usan engañosamente las palabras nacional o popular para confundir y atraer a la mayor cantidad de electores o seguidores posibles. Organizaciones que se han sabido insertar muy bien en coaliciones políticas bajo el "democrático" manto de la oposición.

El racismo y el antiislamismo han encontrado refugio en figuras jóvenes, de buena presencia, que bajo un discurso público aparentemente renovado, rechazan el fascismo y la xenofobia solo en las palabras, pero los practican de manera cotidiana.

En la Europa de la crisis, la extrema derecha —cuyas políticas son responsables, no solo de ella, sino también de los recortes sociales que han generado el descontento entre los europeos— se ha posicionado de una forma que no admite diferencias, sino la certeza de que hay una sola derecha que busca dominar al viejo continente.(Mayté Rodríguez Hernández)

(Tomado del periòdico Granma)

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