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Sindicalísimo

Dilma Rousseff presidenta de Brasil

Vengo a continuar la política transformadora
del Presidente Lula

BRASILIA, 1 de enero (PL). — "Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil", leyó Rousseff y de inmediato fue ovacionada por los legisladores brasileños y los invitados presentes.

Poco después, Rousseff firmó el libro de términos de toma de posesión, con lo cual ya es oficialmente presidenta de Brasil. Igual proceder efectuó Temer y, por ende, ya es el nuevo vicepresidente de este inmenso país suramericano.

Por primera vez en ceremonias de este tipo, seis mujeres policías escoltaron el carro presidencial, corriendo junto a él y seguidos además por 37 miembros de la caballería del batallón ceremonial.

Pese a la intensa lluvia, miles de brasileños se concentraron a ambos lados de la Explanada de los Ministerios para presenciar la ceremonia de toma de posesión de Dilma Rousseff. Con vítores de Ole, Ole, Ole, Dilma, Dilma, los concentrados frente a la Catedral de Brasilia saludaron la llegada de Rousseff desde la Granja del Torto, donde moró hasta hoy desde poco después de ser electa presidenta de Brasil en la segunda vuelta de los comicios generales de octubre pasado.

Dilma aseveró hoy que la lucha más obstinada de su Gobierno será por la erradicación de la pobreza extrema y la creación de oportunidades para todos los brasileños.

"No voy a descansar mientras haya brasileños sin alimentos en la mesa", afirmó Rousseff en un extenso y emotivo discurso de toma de posesión oficial en la sede del Congreso Nacional para el período 2011-2014, interrumpido varias veces por los presentes para ovacionarla y vitorear "Dilma, Dilma".

La primera presidenta de esta inmensa nación suramericana delineó los principales objetivos de su administración, basada en la continuidad y el avance de lo obtenido en los ocho años de mandato de su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, a quien elogió en varios momentos de su intervención.

Sobre Lula, Rousseff aseguró que "es el presidente que cambió la forma de gobernar y llevó al pueblo brasileño a confiar en el futuro" y adelantó que su misión es darle continuidad a esa política y hacerla avanzar mucho más, y agregó que "vengo a continuar la política transformadora del Presidente Lula, vengo a consolidar esa política".

La nueva presidenta de Brasil despidió a su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue aclamado por miles de personas concentradas frente al Palacio de Planalto.

Tras recibir la banda presidencial de Lula en el Parlatorio de la sede del gobierno, Rousseff acompañó a Lula hasta la acera del Palacio de Planalto.

A la despedida de Lula por parte de la nueva mandataria de Brasil se sumaron el nuevo vicepresidente, Michel Temer, y los ahora ex ministros, entre ellos el ya ex canciller Celso Amorim.

Tras los emocionados abrazos y besos, Lula se dirigió a los congregados en la Plaza de los Tres Poderes y saludo a muchos de ellos, en gesto de agradecimiento por el respaldo popular con que contó durante su mandato.

De esa manera, Lula concluyó ocho años, exactamente dos mil 920 días, al frente de Brasil. Con una popularidad tal vez récord de 87 por ciento al dejar la presidencia, Lula consiguió lo que muchos coterráneos le vaticinaron como imposible — dada su condición de obrero metalúrgico, con sólo cuarto grado de escolaridad— conducir de manera acertada los destinos de este inmenso país suramericano.

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