A Un Amigo y Compañero de Trabajo
Por Félix Argote
El compañero y experimentado dirigente sindical Roberto Abreu de la Industria Ligera ya no se encuentra al lado de nosotros, y el suceso se nos ha hecho difícil a un grupo de amigos, más aún cuando hemos tenido el privilegio de trabajar con él, luchar juntos en múltiples y muchas tareas, y en alguna medida ser su discípulo.
Abreu siempre caracterizó por su entrega al trabajo, fue zapatero, dirigente del Partido y del movimiento sindical, gran amigo, consejero oportuno. Lo caracterizaban la sencillez, austeridad, su modestia, fidelidad a sus principios y sobre todo a la Revolución.
Se entregó totalmente en vida a la Revolución, a la atención a los trabajadores, sin descuidar la familia. Siempre pendiente de cualquier detalle, a algo que tenía que hacerse correctamente para que las cosas salieran bien, presto a ayudar a los demás, aconsejar.
Era de los que no dejaba de expresar lo que pensaba y sentía, jamás lo vimos utilizar una palabra ofensiva, con voz baja defendía sus criterios, argumentaba con profundidad con que los expresaba y defendía, hacía que se le escuchara y se le respetara.
Era de esos hombres que se sentía rico teniendo pocas cosas materiales, era de los que en poco espacio era capaz de sentirse en un palacio, nunca lo vimos ostentoso y su mayor capital fue su humildad que siempre llevó consigo.
Cuando se pierde un familiar es doloroso, pero cuando se pierde un gran amigo, un hermano, un compañero es también insustituible, la mejor manera de tenerlo siempre presente es seguir su ejemplo y ser continuador de sus ideas justas que él defendió.
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