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Sindicalísimo

Cáncer, un reto para la salud cubana

Publicado por Orestes Eugellés Mena

El cáncer está entre los principales retos que enfrenta la comunidad científica en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que esta enfermedad es hoy la principal causa de muerte a escala mundial.

Datos reportados en 2008 apuntaron que alrededor de 7,6 millones de personas murieron como consecuencia del cáncer y desafortunadamente se prevé que el número de defunciones siga aumentado en todo el mundo y supere los 13,1 millones para 2030. La OMS enfatiza además que la enfermedad, considerada el mal del siglo XXI, afectará a una de cada tres personas.

En Cuba, también se ha convertido en un serio problema para el sistema de salud pública. Sí en 2011 constituía la segunda causa de muerte con 21 740 defunciones, ya al cierre de 2012 los tumores malignos o neoplasias eran la primera causa de muerte, desplazando a las enfermedades cardiovasculares que ocupaban la primera posición desde hace más de 50 años.

Los expertos aseguran que este incremento se debe a varios factores de riesgo y entre ellos citan malos hábitos de alimentación, el aumento del consumo del tabaco, el alcohol, enfermedades de transmisión sexual, y el envejecimiento poblacional. Se asegura que dentro de unos 15 ó 20 años la mayoría de la población cubana tendrá más de 65 años.

“La Cuba de los años 50 era muy diferente a la que existe en la actualidad. La pirámide poblacional se dibuja ahora de una manera diferente. Desde hace unos años comenzó a notarse una reducción de la tasa de fecundidad, donde muy pocas mujeres alcanzan la edad reproductiva con más de un hijo. Con una población mayoritariamente adulta es normal que comiencen a aparecer enfermedades de este tipo, más frecuentes después de los 60 años”, aseguró a Cubasí el Dr. Pedro Camilo Rodríguez Rodríguez, del Centro de Inmunología Molecular (CIM).

El especialista explicó que en ese mismo sentido, el Estado cubano ha hecho un llamado a los centros pertenecientes al Polo Científico para trabajar en el desarrollo de productos biotecnológicos como vacunas terapéuticas y anticuerpos monoclonales para ayudar en el tratamiento de esos pacientes.

Estrategia cubana en la lucha contra el cáncer

En recientes declaraciones a la prensa, Teresa Romero, jefa de la Sección Integral para el Control del Cáncer en el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), aseguró que Cuba puede reducir las cifras de incidencia y mortalidad, y aumentar la supervivencia de los enfermos de cáncer.  

En ese sentido, apuntó que el país cuenta con un plan nacional integral contra ese padecimiento, mediante el cual se garantiza acceso universal a todos los niveles de la atención sanitaria, desde la prevención hasta el diagnóstico, tratamiento y cuidados paliativos.

Romero dijo que en esta lucha declarada al cáncer, es importante el control de factores de riesgo, así como el logro de una pesquisa en la población sana para el diagnóstico temprano, el tratamiento oportuno y el control prolongado de la enfermedad para una mayor supervivencia del paciente.

 
El Estado cubano presta una especial atención al tema y ha realizado una importante inversión en el sector de la biotecnología. Aunque, vale destacar que aún existen deficiencias en nuestro sistema y en sentido general van desde el diagnóstico tardío en algunos casos, la no existencia de eficientes campañas educación y prevención contra el hábito de fumar, alcoholismo, cambios en la alimentación del cubano, hasta el hecho real de que Cuba no puede acceder a determinados tratamientos porque las patentes son muy caras y pertenecen en su mayoría a compañías norteamericanas.  

No obstante, el país emprende acciones puntuales como por ejemplo el desarrollo de kit en sangre oculta en las heces fecales para el cáncer colón, las pruebas citológicas en las mujeres para detectar el cérvicouterino; así como el desarrollo de vacunas y anticuerpos monoclonales. A esto se une, la producción de sueros citostáticos para las quimioterapias y la compra de equipos y técnicas de avanzada.

Investigadores internacionales reconocen que Cuba posee un destacado nivel de investigación científica, una adecuada estrategia de salud que conjunga la prevención y educación, junto a la voluntad política del Gobierno. Fortalezas que permiten pensar que el país podría lograr reducir la incidencia y mortalidad de pacientes con cáncer en los próximos años.  

Vacunas, la apuesta de Cuba

El cáncer es un término genérico que designa un grupo de enfermedades que pueden afectar cualquier parte del organismo, y su principal característica es la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos causando la muerte de la persona.

A pesar de que existen más de 100 tipos, la OMS señala que entre los más comunes a nivel mundial están: pulmón, gástrico, hepático, colorrectal, mama y el cérvicouterino.  

Según la Unidad Nacional para el Control del Cáncer en Cuba, en el 2012 las tasas de incidencia más elevadas en los hombres correspondió a bronquios y pulmón, piel y próstata, y en las mujeres, mama, piel, bronquios y pulmón. En los menores de quince años, las tasas de incidencia más altas correspondió a las leucemias seguidas de los linfomas; mientras se elevó el porcentaje diagnóstico en etapa cero del cáncer cérvicouterino.

Anualmente en el país se reportan alrededor de 4 500 a 4 800 casos de cáncer de pulmón, de ellos cerca del 80 % se detectan en estadíos avanzados, de ahí que sea una prioridad el desarrollo de terapias alternativas a las tradicionales (cirugía, quimioterapia y radioterapia).

Las instituciones que trabajan en Cuba en esa línea de investigación son el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y el Centro de Inmunología Molecular (CIM), este último posee dos licencias sanitarias para el desarrollo de las vacunas CIMAvax-EGF y Vaxira (Rocotumomab), la que obtuvo su registro sanitario a finales de 2012. Ambas se utilizan en el dignóstico de cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadíos avanzados (etapa IIIb y IV).

El Dr. Rodríguez, quien es también profesor asistente e investigador del CIM, puntualizó que a pesar de utilizarse en casos de cáncer de pulmón de células no pequeñas, los fármacos tienen blancos terapéuticos diferentes.

 
La principal acción constituye privar al tumor de uno de sus factores de crecimiento más importantes, para de esta forma dilatar en el tiempo su progresión local y la invasión de órganos distantes(metástasis) e incrementar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.

El investigador enfatizó que en pacientes inmunizados, después de haber recibido quimioterapia, la supervivencia es significativamente superior a los que no la han recibido.

En el caso particular de la vacuna CIMAvax-EGF hay que señalar que desde 1993 se han concluido cinco ensayos fase I/II y un ensayo clínico fase II controlado. Por ejemplo hoy se sabe que aquellos pacientes que tienen la sustancia EGF alta en sangre son los de peor pronóstico, pero a la vez son los que mejor responden al tratamiento una vez que se inmunizan.

El experto dijo también que en el caso del estudio fase II controlado, cuyos resultados fueron publicados en 2008 en la revista especializada Journal of Clinical Oncology, se evidenció que en los pacientes con edad de 60 años o menos, las inmunizaciones se correlacionaron con un incremento en la mediana de supervivencia de 6.6 meses al compararlos con los pacientes controles del mismo rango de edad que no fueron inmunizados.

Los estudios demostraron igualmente que es segura, ya que la mayoría de los eventos adversos han sido clasificados como leves o moderados.

El investigador expresó que estos resultados, junto a los tratamientos habituales, hacen pensar en la posibilidad de que en un futuro el cáncer se pueda transformar en una enfermedad crónica no trasmisible como es el caso de la hipertensión arterial o la diabetes mellitus.

En cuanto a los retos que enfrentan hoy los investigadores del CIM, Rodríguez aseveró que el centro trabaja en la búsqueda de biomarcadores que permitan predecir que tipo de tratamiento lleva cada paciente. Una tendencia internacional que ayuda en la personalización de las terapias en función de la información molecular y biológica de cada persona. 

Con la obtención de estas dos vacunas, Cuba se coloca hoy a la cabeza de las investigaciones para tratamientos de cáncer pulmonar. Según conoció Cubasí, en el mercado solo existe una vacuna que se lanzó en Rusia en el 2008 para cáncer de riñón, y otra en Estados Unidos en 2010 para el de próstata, pero por el alto costo de su tecnología no es factible ponérselo a grandes cantidades de personas.

Esto sin duda, nos da una idea del prestigio que tiene el desarrollo biotecnológico cubano, agregó Rodríguez, quien además informó que CIMAvax-EGF tiene un ensayo clínico fase III en Europa, un registro en Perú, y se aplicó el registro sanitario en México, Colombia, Brasil, India y China. Mientras, que con Racotumomab (Vaxira) está en marcha actualmente un ensayo multinacional donde participan instituciones de Cuba, Argentina, Brasil, Indonesia, Singapur y Uruguay.

Tomado de Cubasi

 

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