Por Orestes Eugellés Mena
El problema de la alimentación en el mundo, lejos de resolverse, se agudiza, expresó este lunes en La Habana, Blas Berriel Peña, Presidente de la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación en América Latina y el Caribe.
El dirigente subrayó que el hambre y malnutrición no son efectos de accidentes geográficos o climáticos, sino el resultado de excluir a millones de personas del derecho a la tierra, al agua, a los bosques, a las semillas, a la tecnología y al conocimiento.
Berriel Peña denunció que a los quince años de la Primera Cumbre Mundial de la Alimentación convocada por la FAO, continúan las políticas neoliberales de organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Frente a las medidas que aplican las transnacionales en la actual crisis económica mundial, dijo, hay que luchar por la soberanía alimentaria de los pueblos, y por que se cumplan los acuerdos adoptados para satisfacer las necesidades del hombre.
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